Ponte una meta este verano

Estos cuatro adolescentes aprovechan al máximo sus vacaciones de verano. Aquí te contamos cómo puedes unirte a ellos.

Es el último día de clases. Tiras la mochila en el clóset, te quitas los zapatos y te dispones a disfrutar de tres meses de libertad. Pero antes de dedicarte en cuerpo y mente a una siesta, ¿qué tal si te pones una meta estas vacaciones?

Trabajar hacia un objetivo puede sonar como lo opuesto a relajarte, pero hay, de hecho, muchas buenas razones para usar tu tiempo libre para aprender una nueva destreza o pasatiempo o simplemente para mejorar en algo que ya haces.

Por un lado, tus vacaciones de verano tienen una clara fecha final. Es suficiente tiempo como para progresar mucho, pero no tiempo suficiente como para agotarte. También es probable que durante el verano tengas más tiempo para dedicarle a tu meta.

¿Pero cómo te aseguras de lograr lo que te propones? “Solíamos pensar que alcanzar objetivos dependía de nuestra fuerza de voluntad, de ser fuertes y resistir tentaciones —dice la Dra. Ayelet Fishbach, científica conductual que estudia la motivación—. Ahora sabemos que depende de cuánto te educas sobre cuál es tu objetivo y cómo lo alcanzarás”.

Eso significa saber qué quieres hacer, cómo planeas hacerlo y cómo superarás cualquier obstáculo. Sigue leyendo para conocer los planes de cuatro adolescentes para hacer realidad sus sueños este verano, y para obtener consejos sobre cómo alcanzar tus objetivos.

“Quiero compartir más con mi familia”. 

—McKenna Chang, estudiante de décimo grado de California

De niña, McKenna Chang valoraba mucho el tiempo que compartía con su familia. Pero a medida que fue creciendo, notó que se perdía de momentos que podría haber compartido con sus padres y su hermana. “Cuando estamos en pleno año escolar, es fácil dejarse llevar por las obligaciones académicas, las actividades extracurriculares y los amigos —dice—. Ahora doy por sentada a mi familia, pero cuando me vaya a la universidad todo va a cambiar”.

CÓMO LO HARÁ: El objetivo de McKenna es hacer al menos una actividad familiar por día. “Puede ser cualquier cosa, desde cenar, ver una película o jugar a algo juntos, hasta ir por el día a la playa”, dice McKenna.

SEGUIR POR BUEN CAMINO: McKenna planea tomar fotos y videos con su teléfono para documentar el tiempo que pasen juntos en familia. Al finalizar el verano va a compilarlo todo en un breve video.

SUPERAR CONTRATIEMPOS: McKenna sabe que encontrar momentos todos los días que funcionen para toda la familia puede ser complicado. Para superar ese obstáculo, tiene pensado procurar que sea fácil compartir el tiempo del que sí dispongan para estar juntos. “Por ejemplo, si vamos a salir a andar en bicicleta en familia, voy a inflar las gomas de antemano”, dice. También tiene pensado ayudar en la casa para que sus padres tengan más tiempo para pasar con ella y su hermana. 

CONSEJO EXPERTO: Si la meta depende de otras personas puede resultar difícil alcanzarlo. Fishbach dice que si McKenna termina por no hacer nada con su familia uno o dos días no debería abandonar su objetivo. En vez, debería concentrarse en el progreso que ya ha hecho. “Cuando sufrimos contratiempos, es mejor ver el vaso medio lleno”, dice Fishbach. Mantener una actitud positiva ayudará a McKenna a sentirse motivada a lo largo del verano.

“Quiero aprender coreano”. 

—Grace Huang, estudiante de grado 12 de Wisconsin

Este verano, Grace Huang y su mamá van a pasar una semana en Corea. Grace no ve la hora de sumergirse en una cultura diferente. “Me muero de ganas de visitar los mercados callejeros repletos de puestos, probar comida deliciosa y ver las maravillas antiguas y modernas”, dice Grace. Espera poder hablar al menos un poquito de coreano para cuando llegue el momento del viaje.

CÓMO LO HARÁ: Grace usa la aplicación Duolingo para aprender idiomas. También está entrenando a los algoritmos de sus redes sociales para que incluyan videos en coreano. En sus ratos libres ve programas coreanos por televisión.

SEGUIR POR BUEN CAMINO: Grace es realista con respecto a cuánto coreano será capaz de aprender. “El progreso podría ser leer un par de palabras más en un recipiente de crema humectante coreana o entender más letras de K-pop”, dice. Cuando esté en Corea, espera poder ordenar comida en coreano y entender algunas de las señales en las calles.

SUPERAR CONTRATIEMPOS: Si Grace se desanima, tiene pensado contactar a una amiga que también está aprendiendo coreano. “Quizá hasta podamos conversar para ayudarnos mutuamente a mejorar nuestro coreano”, dice.

CONSEJO EXPERTO: “Aprender un idioma puede sentirse como una tarea”, dice Fishbach. Para que sea divertido, ella sugiere que Grace encuentre más gente con la que pueda hablar coreano. “Nos resulta más fácil alcanzar objetivos cuando se dan en un contexto social”, dice Fishbach.

“Quiero aprender canciones nuevas para armónica y guitarra”. 

—Gavin Villepigue, estudiante de grado 11 de Connecticut

Los hermanos Gavin y Ethan Villegpigue tienen diferentes objetivos para el verano. Gavin espera sentirse lo suficientemente seguro como para llevar su guitarra a fiestas y tocar para sus amigos. Y Ethan quiere llegar más fuerte al comienzo de la temporada de fútbol americano.

CÓMO LO HARÁN: Gavin estudia guitarra y armónica por su cuenta con videos de YouTube. Este verano planea reservar dos horas al día, de lunes a viernes, para concentrarse en su música. Va a tomar clases para aprender canciones nuevas y mejorar su técnica.

Durante el verano, el equipo de Ethan sólo tendrá prácticas ocasionales. Ethan planea suplementarlas con entrenamientos tres días a la semana. Va a alternar entre el trabajo de velocidad de pies con ejercicios y corridas, y mejorar la fuerza de su torso con ejercicios como las lagartijas, los pull-ups y las planchas.

SEGUIR POR BUEN CAMINO: Gavin va a usar su teléfono para grabarse mientras toca, luego se va a escuchar y va a identificar las partes en las que tiene que mejorar. También va a usar su teléfono para llevar la cuenta del tiempo que le dedica a practicar por día. Ethan tiene pensado colgar una gráfica con los ejercicios que quiere practicar. “De ese modo puedo verlos todos los días al despertar”, dice. También va a cronometrar sus ejercicios y corridas, y llevar un registro de cuántas lagartijas y pull-ups hace a la semana.

“Quiero mejorar mis habilidades en fútbol americano”. 

—Ethan Villepigue, estudiante de séptimo grado de Connecticut

SUPERAR CONTRATIEMPOS: Gavin y Ethan van a ayudarse mutuamente a ajustarse a sus respectivos planes, asegurándose de poder rendirse cuentas el uno al otro. “A Ethan le encanta señalar cuando algo me sale mal, así que le voy a pedir que me escuche tocar —dice Gavin—. Me va a hacer comentarios que me van a ayudar a mejorar”. Ethan espera que Gavin se una a él en algunos de sus entrenamientos. “Tener alguien con quien entrenar y que me empuje a mejorar va a hacer que sea aún más motivador y divertido”, dice Ethan.

CONSEJO EXPERTO: Fishbach dice que el plan que tienen los hermanos de darse indicaciones mutuamente es una idea excelente. También los ayudará con sus propios objetivos. Según sus investigaciones, dar consejos motiva a los adolescentes mucho más que tan solo recibir consejos. Pero les advierte a los hermanos que no sean demasiado duros con sus sugerencias sobre cómo puede mejorar el otro. “Un compañero al que rendirle cuentas debería ser alguien que te apoya —dice—. No alguien a quien sientes que tienes que impresionar”.

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